La presente investigación fue elaborada hace algún tiempo atrás, solo que ahora me animo a publicar a partir de la realización de un video reciente que compartí en las redes. Las conclusiones que analizo y expongo aquí son realizadas con absoluto respeto por las personas que aparecen en la misma y por su memoria, en particular por Don José Gervasio Artigas Arnal y las personas que le acompañaron en su residencia en Asunción del Paraguay, por tal motivo agradezco a quienes colaboraron de una forma u otra por brindarme su tiempo, información y materiales.
Revisión, rescate, corrección y reconocimiento principalmente es el eje transversal de este post.
Comienzo; dudas…
Los primeros aportes y o referencias sobre casa y árbol no llegan de la mano de José María Artigas, 1846, ni de Isidoro de María en 1860, ni de las visitas que recibió Don José, sino de la devolución por parte del Uruguay de los trofeos de guerra (GTA), al Paraguay en Junio de 1885.
Es ahí en dónde se despierta mi atención, 3 imágenes fotográficas de los hechos de ese Junio que me provocan desviar mi mirada y comenzar a revisar la información de época al respecto y cotejarlos con los copy past posteriores a esos años hasta el presente si se quiere decir. (Copy past = Historia desinteresadamente mal contada, entre otros…)
Determinar un lugar, un punto preciso geográficamente no representa siempre el lugar de los hechos, muchas de las conmemoraciones o celebraciones se realizan aproximadamente cerca en base a que la zona o territorio es muy amplio, ejemplo: las batallas. En este caso el reconocimiento fue realizado oficialmente, pero triste e inexplicablemente es omiso a la historia que todos conocemos…hasta ahora.
Siempre creí que Artigas habito en el preciso lugar en dónde se encuentra la escuela Solar de Artigas en la entrada del Jardín Botánico de Asunción, en su rancho debajo del Ibirapitá (Yvirapytá) , leyendo y comenzando a recorrer la historia en forma cronológica, pude percibir que la misma, en lo que refiere a la presencia de Artigas en Ybiray específicamente, compete a un periodo de construcción de la figura de Artigas, imagen, textos etc., que no concuerda del todo con los hechos, transformando los mismos en leyenda y hasta mito si se quiere decir. Pero en lo que refiere a la ubicación de la casa y al famoso árbol, de existir…, las historias escritas comienzan en el preciso instante en donde empieza a desarrollarse la historia oficial, omitiendo por vaya a saber el índole y razones los motivos de la verdad sobre este tema, que bien justificada les presento en este humilde blog, porque creo que son importantes.
Historiografía.
Tras 25 años de vivir en Curuguaty al noroeste del Paraguay, en 1845 Artigas es invitado por Carlos A. López a residir en la zona de Trinidad, en el predio familiar donde se encuentra su casa Quinta, llamado este lugar como Ybiray, hoy Jardín Botánico y Zoológico, en el año 1846 recibe la visita de explorador, periodista y médico francés Alfred Demersay, el cual realiza 2 dibujos, el del único retrato que se conoce de su fisonomía e inspira a la reconstrucción posterior de otros artistas (cabe recordar que varios autores de la época adjudicaron esta carbonilla a un teniente de apellido Bravo y posteriormente a Bonpland) y otro dibujo es del lugar, titulado: Casa de Artigas en Ybiray, ambos aparecen en su obra de 1860 llamada: Histoire physique, économique et politique du Paraguay et des établissements des Jésuites.
1885
Estas imágenes que mencione, son acompañadas de fundamentos y es ahí en donde comienzo a buscar al respecto, citare las fuentes y luego comparto dos textos irrefutables que respaldaran el cometido del post: Biblioteca Nacional del Uruguay (fotografías) - Programa Memoria del Mundo UNESCO (Museo Histórico Nacional "GTA: presentaciones iconográficas y cartográficas" - Colección Legislativa de la República Oriental del Uruguay (recopilación cronológica, Matias Alonso Criado, Tomo 10) - Registro Oficial de la República del Paraguay correspondiente al año 1885 (leyes y decretos) – La devolución de los Trofeos de Guerra del Uruguay al Paraguay ( Laura Reali) - Archivo General de la Nación, Montevideo (AGN , Ministerio de Relaciones Exteriores, Legación de la República del Paraguay, caja n 441) - Archivo Histórico-Diplomático, (Libros de Decretos – Acuerdos) - El solar y aledaños 1889 (acuarela de Corsetti, Museo historico Nacional 1952) – Postales de Asuncion de Antaño vol 2, pagina 109, Arqto Jorge Rubianni, Artigas en la poesía de América, Volumes 1. Página 26 . Editorial Noel, 1951 (Daniel Hammerly Dupuy - Víctor Hammerly Peverini.),José Artigas, jefe de los Orientales y protector de los pueblos libres su obra cívica; alegato histórico de Eduardo Acevedo 1933, Libro Botánico, nuestro jardín (100 años Junta Municipal de Asunción) - El Heraldo (periódico de la tarde año 1885) – El Orden (periódico 1885, Biblioteca privada J.E.Grau P.) .
"El Orden" 9 de Junio 1885
El lugar donde murió Artigas
Reportaje
A
las 12:30hrs del día sábado 6 del corriente partió de la estación
central hasta Trinidad un tren expreso conduciendo a las ilustres
personas portadores de nuestras reliquias, al Presidente de la
República, al piquete y a la Banda Oriental.
No
obstante haber dado uno de los diarios de la capital algo al respecto a
lo que ha tenido lugar allí, creemos deber hacerlo a nuestra vez,
quizá, con mejores datos por haber presenciado todo. Un sagrado deber
les llamaba en la Trinidad a los hijos de aquella ínclita y heroica
nación. Allí vivió en sus últimos tiempos de su vida el fundador de la
nacionalidad Uruguaya. Allí vivió el esforzado campeón que por libertar a
su patria se vio en la imperiosa necesidad de amasar con sus lágrimas,
el negro pan del ostracismo por la ingratitud de los hombres. Allí, en
fin, se apagó la preciosa vida del inmortal Artigas, ante cuyo nombre se
inclina hoy reverente un pueblo en señal de gratitud. Quisieron visitar
nuestros dignísimos huéspedes aquel lugar sagrado por más de un
concepto y así lo hicieron demostrando a propios y extraños que son
dignos de la patria que llegan al padre común de los Orientales.
El
tiempo todo lo destruye; apenas se ven los cimientos de la casa donde
pagó el tributo debido a la naturaleza aquel grande hombre, cuyas
veneradas cenizas descansan hoy entre los suyos. Un algo de sublimidad
se notaba en el aspecto de esas ruinas. Aquel lugar tenía en esos
momentos ciertos encantos que lo hacía doblemente poético e interesante.
Un suave vientecillo acariciaba mansamente las hojas de los árboles en
cuyos pliegues parecían leerse en nombre de aquel peregrino a quien la
muerte le sorprendió, como dijo el Doc. Castro en esa ocasión,
quinientas cuarenta leguas de su hogar. Todos y cada uno de los señores
examinaban cuidadosamente objeto por objeto creyendo ver en ellos un
algo que diese idea siquiera del que ha treinta y tantos años supo
darles vida con su presencia. ¡Cuántas veces, dijo uno habrán
sorprendido estos árboles en los ojos de Artigas lágrimas de dolor al
recordar a su patria! Al ver una planta de naranja muy vieja que se
encuentra inmediato del lugar donde había estado la casa, dijo el
General Tajes:
¡Cuántas veces en la sombra de este árbol habrá toma do mate Artigas! Y mandó sacar un gajo para llevar a su Gobierno.
Otros
arrancaron hojas de naranjo de la planta que dio sombra a Artigas y se
pusieron en el ojal de la levita en señal de reconocimiento.
El Doc. Forteza trajo un pedazo de piedra para llevar a Montevideo, sacada del cimiento de la casa que fue vivienda de Artigas.
El tema obligado de las conversaciones, en fin, era el ilustre finado.
El
General Tajes pronunció un sentido discurso al frente de las tropas que
en ese mismo lugar estaban en formación, recordando haber fallecido en
ese mismo lugar el más ilustre de los orientales.
La banda de músicos entonó los himnos Oriental y Paraguayo.
Hicieron
uso de la palabra los doctores don Carlos de Castro y don Lindoro
Forteza, el primero a nombre del Poder Legislativo de su patria y el
segundo en nombre del Poder Judicial, invocando cada uno las virtudes de
aquel grande hombre.
Se labro un acta que ha sido firmada por todos los concurrentes.
Mandaron
sacar varias fotografías una de la Comisión Oriental portadora de los
trofeos con el piquete y la banda de música en formación; otra en la
misma posición incluyendo los acompañantes; otra de la Comisión al pie
del naranjo de que hemos hablado más arriba y otra de las gentes del
pueblo que concurrieron atraídas por la curiosidad
Este cuadro será en extremo interesante por la originalidad de la posición elegida al efecto.
Se
sentaron en el pasto, entre el populacho, todos los señores
comisionados, incluso el Presidente de la República y cuantos quisieron
hacerlo; el doctor de Castro con una indiecita de un año de edad medio
desnuda en la falda, el señor Granada apoyado en dos negritos de los
tantos que había; el Ministro Brizuela y el Comandante Ortiz medio
echados.
El cuadro era extravagante, pero bonito.
Anduvieron
como dos horas por allí, visitando la hermosa casa de la Señora López
de Barrios que queda unos treinta pasos de la casa que ocupó el General
Artigas.
Del
segundo piso contemplaron largo rato el majestuoso panorama que queda
en frente, de donde se distingue claramente las olas del agitado río, se
domina la Ciudad, el Hospital potrero y el Gran Chaco hasta perderse de
vista.
¿Dónde
están esas notabilidades en la pintura, dijo el General Tajes, para
trasladar en el lienzo ese hermoso paisaje? ¿Dónde están los poetas, por
qué no vienen a templar sus liras en esta privilegiada tierra? A la
verdad, estaba sublime aquello, encantado puede decirse. A las cuatro de
la tarde regresaron todos a caballo excepto el piquete y la banda de
música que vinieron en el tren. El Soldado de Artigas - Sabemos que los
señores de la Comisión han mandado al antiguo veterano Manuel Antonio
Ledesma, compañero del General Artigas, fuerte suma de dinero, y a la
vez le mandó al señor García la mensualidad acordada a su favor por el
Gobierno Uruguayo.
Informe y relato
Asunción, 7 de Junio 1885
Al Señor Presidente de la República Oriental.
En
este momento regresamos de Trinidad, lugar en que murió el General
Artigas. Nos transportamos allí en tren especial, con el Señor
Presidente de la República, muchos caballeros
paraguayos
y el piquete y banda Oriental con banderas. Descubrimos los cimientos
de la casa en que murió el padre de nuestra nacionalidad. Ante esos
sagrados vestigios, las bandas de música dejaron oír el Himno Oriental
seguido del paraguayo. El General Tajes pronunció en esos instantes un
bellísimo y elocuente discurso, así como los doctores Castro y Forteza.
Fue este un acto enternecedor a la vez que entusiasta, cuyo recuerdo
será imperecedero. Se sacaron vistas fotográficas y se recopilaron mil
reliquias de aquel suelo para nosotros tan sagrado. El que suscribe
labró acta que firmaron todos los presentes, autentificando los hechos
que si hasta aquí eran tradicionales, de hoy más revista los caracteres
de un reconocimiento oficial. Las referencias que en la memoria de éstas
nobles gentes se conservan del sitio precioso en que rindió a Dios su
gran espíritu el gran Artigas, ha pasado desde hoy a la historia con
caracteres indelebles.
El
nombre de V.E. ha sido cariñosa y entusiastamente unido a este acto,
como lo es en todos los que lleva a cabo esta Comisión en el suelo en
que murió pensando en su Patria nuestro héroe inmortal; y hemos enviado a
V.E. un saludo y una felicitación que reiteramos en este momento. Por
la Comisión - Carlos de Castro.
El gran acuarelista Corsetti realizo algunas obras para el gral Santos, gracias a esta imagen podemos ver que hizo caso omiso a las palabras de Tajes el dia del reconocimiento del lugar:
¿Dónde
están esas notabilidades en la pintura, dijo el General Tajes, para
trasladar en el lienzo ese hermoso paisaje?
AÑO 1889, PINTADO DESDE LA ALTURA DE LA CASA ALTA, SE APRECIA QUE LOS CIMIENTOS SE ENCUENTRAN EN ZONA ALTA
La
Banda de Músicos y una Sección del Batallón 5° de Cazadores. Por este
gesto, la plaza San Francisco de la ciudad de Asunción cambió su nombre por el de Uruguay
-Otra persona que manifiesta llevar cimientos es Hamerly, los dono al museo Rivera y no se encuentran hoy en dìa ahi!
Vista del balcon de la casa alta, (no centrada como eje o medio los cimientos, pero da una nociòn de la altura del terreno)
Postales de Asuncion de Antaño vol 2, pagina 109, Arqto Jorge Rubianni
(CONTINUARA) ARTICULO EN CONSTRUCCIÓN
Artigas en la poesía de América, Volumes 1. Página 26 . Editorial Noel, 1951 ...
Contributors, Daniel Hammerly Dupuy, Víctor Hammerly Peverini.
Por otra parte , el pintor Eduardo Carbajal realiza 2 obras de Artigas en Paraguay, una, con certeza cerca de 1865 ya que la carbonilla de Deemersay aparece en 1860 por primera vez, y la segunda en 1872, como se puede apreciar El Gral Don Jose aparece sentado bajo la sombra de ...no es una palmera, es un banano!!
En donde se encuentra la Letra IS de Santisima se encuentra la Iglesia de Trinidad, La calle Artigas seria el camino que se observa en la acuarela de Corsetti