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martes, 4 de septiembre de 2018

Dìa de la Lealtad Artiguista en honor de los heróes afrodescendientes que participaron del proceso independentista


 Dìa de la Lealtad Artiguista en honor de los heróes afrodescendientes
que participaron del proceso independentista

 A 198 años atrás,  el 5 de septiembre de 1820, fue un dìa històrico para el destino de Josè Gervasio Artigas y cientos de orientales que decidieron seguir sus pasos. Artigas Rodeado por todos lados y viendo su causa definitivamente perdida,  cruzó el río Paraná hacia el exilio en Paraguay, dejando atrás su patria y su familia. Junto a el jefe de los orientales estaban afroorientales,  indigenas y criollos. Por ese motivo fue declarado Dìa de la Lealtad Artigusita. Despúes de los reveses sufridos, de sus 8000 soldados iniciales, entre muertos, desertores, prisioneros, tan solo quedaban unos 200 lanceros y lanceras,(en su mayoría libertos, que se autodenominaron “Artigas kue” (pueblo de Artigas), restos de su division de pardos, algunos esclavos escapados de la redota y desde Brasil, algunos guaranies orientales y agunos oficiales, entre ellos, Joaquin Lencina, Manuel Antonio Ledesma, Montevideo Martinez, Donato Pereira y otros. Su último dinero, fue enviado por su chasque a los orientales presos en Rio de Janeiro.
La grandeza del cóndor Herido conmovio un tanto aquella alma acerada del Supremo;
es posible que en Francia incidiera el prestigio de Artigas en el pueblo guaraní, y el saberlo derrotado resuelve  abrirle las puertas de su país que eran cerradas para el mundo.
(Según datos este es el primer asilo politico en América ), el 5
de septiembre de 1820 entra a Paraguay cruzando el Paraná por el paso Candelaria, Misiones Argentina, Itapúa, Paraguay.
 Narra la tercer directora de la escuela Solar de Artigas Elisa A. Menendez en su libro, Artigas defensor de la Democracia Americana lo siguiente;
Un grupo de soldados fieles, indigenas en su mayor parte,lo miran en silencio también, sin comprenderlo..
Algunos lloran. Están en libertad de seguir sus propios caminos. Pero la grandeza de su jefe vencido los atrae más que nunca. Muchos lo siguen: otros se quedan acompañandolo con la mirada triste y evocadora de las eternas despedidas, hasta verlo perder en el último recodo del camino polvoriento...
Acompañemoslo también nosotros en esta nueva y declinante etapa, penetrando en su espíritu solitario, en ansias de mayor comprensión.
No es por cierto la inseguridad de su suerte lo que le preocupa. Esa incertidumbre de su obra inconclusa.
Siente la suprema angustia del padre que se ve al borde del sepulcro, dejando hijos húerfanos en las inciertas horas de la infancia. En los ojos húmedos de aquellos pobres hombres que abandona, despojos de su ejército glorioso, ve la encarnación de su pueblo desamparado y teme por lo incierto de su destino.....
La figura de nuestro Artigas, hecha de recio carácter, de acción fecunda y varonil entereza, cruzada como la diagonal de sangre de su bandera por innegable veta romántica, nos ha legado el ejemplo, poco común de no saber claudicar; el heroismo de los grandes renunciamientos humanos en aras de un ideal..
Esa lucha invisible que debió librar con su daimón interior en las profundidades de su ser
es de más subidos quilates y requiere más exelencia espiritual, que el heroísmo vulgar de que hizo derroche en las batallas y con el cual tanto se ha magnificado su historia. En consecuencia, este momento de su vida, considerado desde el punto de vista humano, es el más grande
, difícil y trágico de su existencia. Atraviesa la hora de las grandes decisiones, en que se quiebra su
destino haciendo añicos el ideal de una vida. Y va a entregarse con el alma rota como queda su obra, y.. reducido a la última fatalidad.. como dice Francia...
El oficial enviado por el Supremo, conduce 20 húsares, los cuales le escoltarán hasta Asunción.
A él entregó el heróe silenciosamente , su modesto sable de campaña, envuelto aún en el humo de glorias y derrotas.
Alli estaba de pie, sereno y mudo, sólo reconfortado por la tranquila satisfacción que ofrece una conciencia honrada al comprobar que en todos los momentos, y bajo los más múltiples aspectos, ha sabido cumplir con su deber.
Recogierosn sus armas y fueron escoltados, con fecha 16 de setiembre llegan a Asunción
 Artigas fue recluido junto a Ansina y Martinez en el convento de La Merced, y sus acompañantes, se estiman ya 80, distribuidos en varios pueblos. Al momento de su despedida Ledesma narro que todos lloraban..
Algunos quedaron en los yerbatales de la Candelaria, otros oficiales en Itapúa, otros fueron llevados a Villeta, Guarambare, Laurelty y Loma Campamaneto, más conocido como Kamba Kua.

Entre los orientales que lo siguieron a Artigas (al Paraguay)
 estaba el fiel Ansina que no se separó de su Jefe ni cuando fue internado
 en Curuguaty, donde residieron un cuarto de siglo.” Don Joaquín, Tío Lenzina fue uno de los protagonistas de nuestro pasado. Fue uno de los grandes que lucharon junto a Artigas por la Independencia de la Banda Oriental, la República y la Federación. Cronista de la época a través de su música, sus versos y poemas, fue lo que hoy llamaríamos un Secretario de Prensa de Artigas. Amigo y compañero leal, acompañó al Jefe de los Orientales, al Protector de los Pueblos Libres, hasta sus últimos días en el Paraguay. A continuación transcribimos algunos pasajes del Libro “Ansina me llaman y Ansina yo soy”(*):

“Una noche rodeado de sus más leales y constantes compañeros, (Artigas) les revela en última y
 heróica resolución, pedir al Paraguay un asilo, dando un adiós a la Patria. Ansina,
 su buen Ansina, es el primero que puesto de pie le responde: Mi general, yo lo seguiré aunque
 sea hasta el fin del mundo. (...)” (Isidoro de María)

“(...) Hacedor de versos coloquiales: crónica de lo que se vive y se ve, que ayudan en la
instrucción y la docencia, que combaten el olvido de los grandes acontecimientos...
recostados sobre el bordoneo bajito de las cuerdas, rascadas por las mismas manos que
apretaban con furia la lanza a la hora del entrevero. Se trata de Joaquín Lenzina,
más conocido como Ansina, asistente del General Artigas. (...)” (Nelson Caula)

 Don Joaquín Lenzina, negro, fue fundador de la literatura oriental y padre de la patria vieja.
Guitarrero, arpista, poeta y payador políglota, gestor de ideas y aconteceres junto a Don José
Andresito y tantos otros en los tiempos de los orígenes. (...)” (Danilo Antón)

Las composiciones de Ansina en el Paraguay, así como la carta en verso que le dirigió a su compañera desde Candelaria, antes de cruzar el río Alto Paraná, revelan la esperanza de regresar a la Banda Oriental. Pero esa esperanza, expresada también mientras vivió en Ibiray se esfumó, después que José María Artigas lo visitó a su progenitor, quien declaró que deseaba morir en el Paraguay. Entre las composiciones transidas de profundo sentimiento se destacan “Ahora que Falleció Artigas” y “Un siglo de Recuerdos” que fue dictada por él a Manuel Antonio Ledesma, en cuya casa en la zona de Guarambaré vivió sus últimos años y que -singular paradoja- ha sido confundido con Ansina.”

Una historia oficial que siempre nos mostró a Joaquín Lenzina cebando mate al Prócer, mentiras simples, mentiras contadas por otros historiadores oficiales que pusieron punto final o se creyeron que pondrían punto final.
Como hacen hoy otras historias a pedido de los gobernantes progresistas.
Pero algún día aunque tarde la verdadera historia saldrá a luz. Y los hombres negros, mulatos, gauchos, indios, changadores y desocupados serán como lo fueron los héroes anónimos creadores y constructores de la verdadera historia y no la que se paga por ella.

Joaquín Lenzina Ansina escribió añorando la Banda Oriental unos versos que decían así:
Ansina me llaman

Y Ansina yo soy
Sólo Artigas sabe
Hacia donde voy.

Desde que hemos llegado
Al ceibo buscamos,
Por el rojo legado
De nuestros recuerdos.

Aunque vimos al ombú,
Con su densa sombra,
Falta aquí el ñandú
Que el correr asombra.

Para que no olvidemos
Como se hacen los ranchos,
Pide que los miremos
Los horneritos machos.

Hasta el venteveo
Sabe que nacimos
En Montevideo
De donde nos fuimos.

Los ojos de lechuzas
Nos miran asombrados
Al vernos sin chuzas
Hundiendo los arados.

A Artigas le obedecen
Los tigres y los bueyes
Porque reconocen
Que él dictó las leyes.

Los ricos lo respetan
Por su instrucción
Los pobres lo veneran
Por su dedicación.

¿Cuándo volveremos
a la Patria amada?
¿O nos quedaremos
En la tierra colorada?

Contiene el cardenal
Desde el ñandubay:
¡Viva el Oriental
Que ama al Paraguay!

Como no recordar humildemente este día 5 de setiembre..
Yo cambiaria del dicese de la lengua españolade la palabra Fiel; Lealtad del pueblo de oriental Los Artigas Kue.



Fuentes varias; Caula, Abella, Menendez, Chagas, Nocera, Acsun, Mundo Afro.
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